Cuando las fauces del abominable horror
hincó su fetidez maligna
rasgando a la patria gimiéndola
enmudecida
espantada
indiferente
los pétalos comenzaron a olvidar su belleza
la ternura se derrumbó entristecida
y con ella
la alegría
las palabras
los pensamientos
los sueños
Y nos fuimos quedando solos
con feroces pesadillas
incansables
indecibles
pavorosas
sin estrellas
ni amaneceres
embotados de dolores indolentes
castañeando nuestras almas
disimulándonos
desmemoriándonos
insiéndonos
La vida parecía morir eternamente
y los besos extenuados
se caían
junto a las miradas aquellas
a pedazos
Fue entonces
Que
catorce destellos
(y uno mas)
catorce corazones
(y uno mas)
iniciaron
con frágiles
pequeños
tenaces
miedovalientes
pasos
en ronda
el retumbo
prodigioso
invencible
de corajes
de dignidades
de justicias
de verdades
y de amor
DE ESE AMOR
que nos acunó
que nos acuna
que nos acunará
por siempre.
Comodoro Rivadavia, Abril 30, 2002
(*) A las Madres de Plaza de Mayo, a 25 años del comienzo.
(**) 28 de Abril 2011: se cumplen 34 años de la primera ronda
Poema premiado en el XIX Congreso Argentino de Psiquiatría, organizado por la Asociación de Psiquiatras Argentinos en el 2003 y publicado en “Poemas y Canciones” Ed. Ultimo Reino - 2003 - Ciudad de Buenos Aires - Argentina
Fue algo horrible que nunca olvidaemos en nuestra memoria.
ResponderEliminarEn todos los países se hicieron atrocidades, pero hay estan esas mujeres para que jamás lo olvidaremos, el coraje de unas madres.
Un abrazo
Abrazo Mariola!
ResponderEliminarYa te hice el comentario en Facebook...
ResponderEliminarBesotes
Gracias Eliane! besos
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