jueves, 10 de mayo de 2018

Introducción a la primera edición de mi libro “Desarraigo y depresión en Comodoro Rivadavia (y otros textos) (*

Desde que escribí la mayoría de los artículos que conforman el presente libro, lejos estaba de imaginar que nuestra ciudad se vería enfrentada a su más profunda amenaza de pérdida de identidad en lo que va de su historia.La situación se ha ido agravando a niveles insospechados.Nos encontramos, ahora sí, ante una disyuntiva de cuya resolución depende el futuro de nuestra identidad como tal.El pasado está cada vez más lejos y el futuro nos resulta inimaginable.El presente nos involucra más allá de nuestras propias individualidades.La sensación de Desarraigo, a partir de la implementación del «ajuste» y la privatización, cobra hoy más fuerza que nunca. Muchos, luego de años de esfuerzo y sacrificio, han decidido partir; otros están por hacerlo, algunos ya están de vuelta.Según la Organización Mundial de la Salud, la principal causa de las enfermedades mentales en América Latina se debe atribuir al ajuste económico implementado en los países que la constituyen.La inestabilidad laboral, el desempleo, la pérdida de protección social en salud y educación, empujan a la gran mayoría de la población a un estado de desamparo y desguarnecimiento, a una vivencia de desintegración o bien, a la marginación y la pobreza.Sin otra posibilidad que la de poner sus esfuerzos en la sobrevivencia, la angustia de vivir una transición permanente, de vivir en una conmoción económica y social imprevista, excede los marcos de la experiencia cotidiana, frente a la cual se tiene la sensación de que todo aprendizaje previo pierde su eficacia ante un devenir constantemente inédito.La incertidumbre, por su duración e intensidad, ha ido extendiéndose inexorablemente en toda la red social. Lo que se presuponía inicialmente como una racionalización del gasto público a partir de una administración equitativa de las empresas estatales, se ha convertido en una suerte de depredación, en una política irracional de desempleo, en el desperdicio de años de experiencia acumulada.La falta de referentes externos claros condiciona la vivencia de un «cambio catastrófico», el cual exige un esfuerzo de adaptación a circunstancias intensamente perturbadoras, a un permanente «ajuste adaptativo».Ya nada es como era. Y no hay indicios de que vaya a ser mejor.Estamos frente a la culminación de un nuevo ciclo, ante el cual sólo queda una alternativa: que Comodoro, que el sur, que la Patagonia, tome conciencia de su propia existencia, renunciando a su inercia o bien se relegue a la decadencia y a la frustración, destino que la historia reserva a quienes no se comprometen con ella.
(*) Editorial Ediciones – 20 de Marzo de 1993 – Comodoro Rivadavia- Chubut- Argentina. Posteriormente reeditada por Vela al Viento Ediciones Patagónicas.