No te olvido
Cuando eras campamento
Con tu muelle
y tu mar
al servicio de mi infancia
No te olvido
Con tu rumor de aldea
Las puertas abiertas
y tu vecindad
solidaria
No te olvido
Con tu hotel
allá en la ruta
de chapa
Y un gentil hombre, anciano joven,
de tiernas canas (**)
No te olvido
Con tu escuela generosa
Y esa maestra apacible
de Catamarca
No te olvido
Con tus tardes de fútbol
Y esos tangos desde el club
que entre el viento
sonaban
No te olvido
Con tus médicos afables
cuidando a su gente
casa por casa
No te olvido
Con ese cine improvisado
en Cañadón
despertando fantasías
y magia
No te olvido Caleta
Por lo que me diste
Gracias
(Las tristezas
que las hubo
ya son recuerdo
están olvidadas)
Miguel Angel de Boer
(**) Don Juan Álvarez