lunes, 20 de junio de 2022

Reportaje realizado por Carlos Alberto Parodíz Márquez del Diario La Unión en el 2011 (*) (**)

 

Desde Comodoro Rivadavia el escritor, médico psiquiatra, y militante, Miguel Ángel de Boer, revisa su historia.
Los recuerdos son como los sueños: se interpretan. Y como la duda es la madre del descubrimiento, es oportuno hacerlo con este respetado profesional y elegido autor, publicado en el mundo, para conocerlo.
Escritor y médico psiquiatra, sus actividades se nutren de una resistencia llamativa que lo realimentan.
Un militante político que perdió una esposa (María Haydée Rabuñal), muerta por la represión, se sobrepuso para dar su experiencia y elaborar la contención que la tarea demanda.
Ayuda a rehacer lo deshecho y esa solidaria vocación lo devuelve
reconvertido en un poeta caudaloso, ensayista respetable y narrador de garra, que puede verificarse según se lee.
La aventura de vivir y ayudar para que ello ocurra no es una tarea menor y se desliza en la construcción de sus respuestas.

–¿Cuál es tu historia, Miguel Ángel de Boer?
–Yo soy oriundo de Comodoro (Rivadavia) y nací en 1950; mi ascendencia es de abuelos sudafricanos y holandeses, Boer; ellos llegaron después de la guerra (anglo- boer, 1899), que duró cuatro años y fue cruenta, porque eran combatientes resistentes. Agrego que estos “boer” (madres, esposas e hijos principalmente) sufrieron en los campos de concentración ingleses y algunos fueron desaparecidos. Todo esto mucho ante antes de ser Sudáfrica.

–¿Y qué fue de tus estudios?
–Estudié la primaria en la región, en campamentos de YPF en colegios estatales, hice el secundario en el Nacional Perito Moreno, que era de excelencia donde terminé en el ‘66. Ya había ocurrido el golpe de Onganía.
Tengo la suerte de tener una formación media muy buena, gracias a mis padres que me brindaron lo mejor que pudieron. Soy hijo adoptivo, busqué a mis padres biológicos durante bastante tiempo y estuve cerca de conseguirlo, pero aún no logré dar con ellos.
Luego cumplí con uno de mis primeros grandes sueños, que fue estudiar medicina. Lo hice en Córdoba por el prestigio que tenía la Universidad. Fue en 1966-67.
Tengo una esposa muerta, previo al ‘76, con quien estudiaba.
Ya habíamos estado en la cárcel. Murió en un enfrentamiento.
Cosas de la vida: un militar me dio el título, investido como decano, en la Facultad.
Después regreso a Comodoro y empiezo a trabajar en un servicio de Psiquiatría, de donde fui expulsado por la Ley de Seguridad. Pero fui armando un espacio profesional que se fue afirmando con el tiempo, uno de cuyos jalones fue la constitución del Centro de Investigación y Atención Psicopatológica (CIAP).
–¿Y el acercamiento a la literatura?
–Tuve la suerte de aprender a leer a los cuatro años. No tengo preferencias,
soy lector errático, ecléctico. Soy de leer cinco o seis libros a la vez.
–¿Qué resultó de la experiencia de escribir?
–Escribir para mí se fue construyendo; primero ensayos por la profesión, después empiezo a escribir artículos para diarios locales sobre salud mental, sobre hechos sociales y su relación con la salud. Paralelamente cuentos, relatos y poemas. Esto fue aproximadamente entre el ‘83 y el ‘90.
Durante la dictadura escribí relatos que nunca publiqué, relatos y poemas sobre mi experiencia cordobesa y, dadas las condiciones, jamás pensé en publicarlos, aunque estoy pendiente de concretarlo.
-¿Cómo se ve ese recorrido?
–La suma de trabajos constituyen mi primer libro, “Desarraigo y depresión en Comodoro Rivadavia (y otros textos)” de 1993, cuya tercera edición lancé este mes.
Ese libro está en todo el mundo, sobre todo en universidades, es materia de estudio en la Sorbona, en Córdoba, en España, contiene artículos orientados a la salud mental. Utilizo un lenguaje coloquial y prosa poética. Ha tenido un gran reconocimiento, que me sorprendió muchísimo. La primera edición fue
en 1993 pero los artículos datan del ‘83 en adelante.
Posteriormente publiqué poesías en distintos medios locales y en Buenos Aires, en Antologías.
En el 2002 en Noruega, publican una Antología que es anual y aparezco junto a García Márquez, Mario Benedetti, Eduardo Galeano, antología donde hacen aparecer escritores relevantes de Latinoamérica, que se distribuye en el mundo. El título es “Anuario sobre Latinoamérica”.
–¿Cómo fue ese impacto?
–El primer impacto lo recibo con el primer libro y una carta de Ernesto Sábato felicitándome. Con el tiempo intercambié correspondencia con numerosos autores, muchos de los cuales yo admiraba profundamente, como el amigo Osvaldo Bayer, entre otros.
Otra antología se realizó en Roma en el 2005 cuyo título es “Pace e Libertá, la battglia delle idee””. La venta estuvo destinada a reconstruir el museo africano en Cuba. Allí también hay un texto de Benedetti.
También en el 2005 mis poemas “Me dejaron tu pulóver verde” y “Catorce destellos (y uno más)” fueron publicados en la antología World Anthology of Contemporary Poets, con poetas de todo el mundo. La elección estuvo a cargo de un poeta rumano, Dorin Popa, a quien conocí por la web.
En 2006, en Letras del mundo, editado en Buenos Aires, incluyeron mi poema “Rimemberes” en la antología “Pura luz contra la noche”, y tuvo una gran difusión en el mundo.
También en el libro que sacaron Las madres de Plaza de Mayo en el 2006 “A los 30 años por los 30.000 memoria verdad y justicia” donde se encuentra "Me dejaron tu pulóver verde”.
También publico artículos profesionales, uno de los cuales forma parte del libro “Comprender las Psicoterapias” de Ed. Ricardo Vergara.
Muchos de los textos citados han sido editados en chino, en árabe, como también he sido traducido en Israel, por ejemplo.
Ahora están por publicar en Roma poemas que saldrían en el 2012 (Buona letra- Antología 1 – Editoriale Giorni).
Y muchos de mis textos se encuentran en numerosas páginas, blogs, y publicaciones tanto literarias como profesionales.
Mis próximos libros son de relatos, de ensayos y de cuentos.
–¿Algunas percepciones?
-La vida es compartir. La literatura es poner en palabras la vida misma. Dios,
si es que existe parece estar distraído, pero más me preocupa que muchos
hombres lo estén.
*Fuente: La Unión Espectáculos y Cultura 4/12/11
** Buscando entre mis archivos, encontré este reportaje, el cual ya no recordaba. Me pareció que podía ser de interés compartirlo. Realicé algunas correcciones y/o aclaraciones del original, respetando la edición del
periodista.
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