"Cada vez que se acerca el 24 de Marzo no puedo evitar que se me estruje el corazón, mis vísceras se retuerzan de angustia y mi corazón busque sosiego en el recuerdo de los aunque no estén siguen presentes por siempre!"
Fue lo que escribí en faisbuc hace unos días, lo cual motivó numerosas respuestas que agradezco profundamente, las que motivaron una reflexión de mi parte que a continuación transcribo:
Gracias a todos, por su solidaridad y afecto. Pero quiero compartirles que mi dolor va mas allá de lo personal. Al fin y al cabo, por traumático que haya sido lo que pasé, sigo vivo y pudiendo hacer muchas de las cosas que deseo con alegría.
A mi me sigue espantando lo que pasó en este pais ( y "en cualquier lugar del mundo donde haya injusticia", lo que ocurrió en la dictadura, la crueldad sin límites (el negrito Avellaneda), las violaciones, la complicidad de jerarquía católica, de los políticos advenedizos que ahora se la tiran de democráticos (Cafiero firmo el decreto 2772, Balbín inspiró el aniquilaiento de los obrero señalando la "guerrilla fabril"), el deterioro que económico, social y educativo que produjeron todos estos hijos de puta, en nombre de Dios y la Patria , nada mas que para obtener mayores ganancias y asegurarse de que nunca mas (este nunca mas es el que querían imponer) a nadie se le ocurriera rebelarse y luchar contra la explotación y los privilegios.
Me duele que sigan jodiendo con la teoría de los dos demonios, cuando en realidad las luchas de liberación fueron producto de años de proscripciones y cercenamiento de los derechos y libertades y no al revés.
Me duele la complicidad con la que con total hipocresía ( y por su propios intereses) muchos tienen "mala memoria" y se siguen haciendo los boludos, reclamando - desde el rol de un tercero que no se sabe donde estaba cuando ocurrían los hechos - que no "volvamos al pasado" y miremos hacia adelante, que son los mismos que hablan de "los derechos humanos para los delicuentes" cuando descreen de la justicia y añoran la época de la represión y el exterminio.
Me duele que se crea que todo ya pasó y que no persisten los efectos de la nefasta dictadura (con tantos genocidas que jamas recibirán castigo y "están entre nosotros") en la vida cotidiana, en la violencia imperante, en la mentalidad machista y discriminadora, en el autoritarismo vigente en las relaciones humanas, en el vaciamiento ideológico, si ideológico, e histórico que se manifiesta en la ignorancia de nuestros jóvenes, sin saber en su mayoría el porque de su presente.
Me duele que todavía haya hambre y enfermedades evitables.
Me duele que todavía haya familiares de desaparecidos que no han denunciado su pérdida (se de familias enteras).
Me duele, hasta lo mas profundo de mi ser, Julio López.
Lo que no quita. como mencioné, que muchas cosas me alegran. Pero de eso dan cuenta los textos que hay en mi perfil, en mi blog, en la web, en mis libros, y fundamentalmente, en mi trabajo, en mi vida, a la que trato de honrar permanentemente.
Un fuerte abrazo
Miguel: Estoy con vos en este día, para recordar. Si, no hay que olvidar (porque en las escuelas no informan a los chicos de que se trata?).Desgraciadamente, hay gente que se supone cultos (?) que dice que no hubo "tantos" desaparecidos y seguramente esos habían hecho "algo"...a veces no encuentro palabras para contestarles!Yo creo que debemos seguir luchando...
ResponderEliminarUn gran abrazo,de quien pasó esa época y no la olvida, teniendo gente amiga desaparecida!
Querida Eliane, te invito a leer mi nueva entrada. Seguramente te conmoverá
ResponderEliminarAbrazo