lunes, 7 de agosto de 2017

SON de CAFÉ- Compases de una biografía. (*)(**)( prólogo a la nouvelle de Patricia Sampaoli de Bonacci)




Como suele ocurrir con los textos que nos atrapan desde el comienzo de su lectura, Son de café nos impone, nos atrapa, sin sosiego, lo que no implica displacer, sino por el contrario la maravilla de las palabras (al servicio de la deliciosa construcción) de una obra que resulta fascinante por las numerosas implicancias de su contenido.
La historia de Arquímedes Alvárez, con acento en la segunda á, quien es el principal personaje de la nouvelle, se va desplegando desde su quehacer cotidiano en sus distintos roles: como profesor de literatura, oratoria y francés en su interrelación con sus alumnos del taller literario, o bien a nivel personal, donde la literatura misma es interrogada a la vez que expresada en esa siempre inasible posibilidad de capturarla en todo su sentido.
Con una habilidad prodigiosa, sin duda fruto de años de “inspiración y trabajo”, lo cual también incluye experiencia, madurez, apertura, placer y sufrimiento,  la autora nos sumerge en una trama donde la ficción y la realidad , el ensayo y el relato, la prosa y la poesía van deslizándose ante nuestros ojos y penetrando nuestro cuerpo, nuestras sensaciones, nuestros pensamientos, movilizando conocimientos, aprendizajes , memorias e interrogantes, inherentes, como no podía ser de otro modo, a la condición de la existencia humana.
Víctima de una historia traumática, que como ya se sabe busca en la repetición su conjuro, Alvárez lucha por evitar- o creyendo evitar- lo único que es inevitable: la muerte, el  paso del tiempo, la finitud. Y así como con con su adicción compulsiva a la nicotina y al alcohol (que no por casualidad disfruta inspirándolo en el Café llamado...Oldies) la literatura se le impone imperarivamente, incontrolablemente, pues no puede, como al cigarrillo y al recuerdo de sus grandes amores y sus desventuras, abandonarla (o tal vez sea ella quien no lo abandona ) en ningún momento. Escribe y es escrito permanentemente. Tal el designio o la condición inherente a su oficio de escritor: escribir (vivir) hasta el final.
Así, vemos como los distintos personajes van construyendo con sus historias los distintos aspectos del propio Arquímedes complementándose con el quehacer literario que, en sus distintas particularidades, nos va proponiendo Patricia. Es decir Arquímedes, es decir Faulkner, Kafka, Borges, Cortázar, Rilke,Maikowski, Hatwthorne, Laclos, Cervantes, Chéjov. Es decir el/la escritora dando cuenta las lo pulsional que subyace a todo arte, en este caso a la creación literaria, y que pese a su inaprensibilidad, o por eso mismo. no ceja en persistir en su intento de dar cuenta de ello.
Las historias se van entretejiendo con las teorías literarias, los estilos, los géneros, las técnicas, los modos de abordar la escritura en sus distintas modalidades generales y personales. Con sus lugares propios y sus rituales. Con distintos objetivos racionalmente justificados, pese a la incondicionalidad que impone la necesidad de la escritura y, cabe agregar, la lectura, ese espacio de encuentro que constituye un acontecer original cada vez que se consuma.
Sabiendo que la vida solo conduce a la muerte, Arquímedes se “deja” vivir - es un sobreviviente de la dictadura- a la vez que se sumerge como puede y con quien puede en la increíble y fascinante tarea de trasmitir sus conocimientos, único modo de seguir aprendiendo para darle sentido a la existencia.
Y si bien no hay nada que no sea universal en cada palabra que se escriba o pronuncie, es imposible no estremecerse con la presencia viva de Caleta Olivia, de la Patagonia. En su inefable peculiaridad, que siempre está lejos de todo, infinita – donde aún los libros abandonados se sienten más solos que en otras partes- , donde como Alvárez, muchos siempre están de tránsito anhelando el retorno a su lugar de origen, aunque la nutran con lo mejor de sus vidas.
Lo sé, y no puedo dejar de mencionarlo, porque parte de mi infancia transcurrió en Caleta y allí conocí a Don Juan Álvarez,  con acento en la segunda á, a quien menciono en alguno de mis poemas.  Quien, estoy seguro, seguirá perdurando por siempre en nuestro recuerdo junto a Arquímedes. Lo cual, querida Patricia Sampaoli de Bonacci, es profundamente conmovedor y maravilloso, tanto como haberme honrado con la posibilidad de prologar este bellísimo libro.

Miguel Angel de Boer
Comodoro Rivadavia, Septiembre 24, 2016.

(*) SON de CAFÉ - Compases para una biografía. 1ª ed. Comodoro Rivadavia: Vela al Viento - Ediciones Patagónicas, 2016
(**) Presentado el 3 de Agosto del 2017 en la Feria Internacional del Libro 2017 - Comodoro Rivadavia. Chubut. Argentina.