sábado, 6 de mayo de 2017

Crecí con miedo (·)



            Miedo
                      crecí
                              con
            miedo

            Con oníricas vivencias
            de alegrías fantaseadas
            fue cierto lo que no era cierto
            la verdad escatimada

            Miedo
                       crecí
                               con
            miedo

            Busqué abrazar lo tierno
            el odio me contestaba
            mi mente buscó refugio
            en soledades doradas

            Miedo
                      crecí
                              con
            miedo

            Cómo explicar lo que siento
            no me alcanzan las palabras
            viví llorando mi muerte
            con burbujas de esperanza

            Miedo
                       crecí
                               con
            miedo

            Sé que el amor existe
            todo mi ser lo proclama
            más solo no puedo lo juro
            ni vos sin mí mi alma

            Miedo
                       crecí
                                con
            miedo


            Ignoro el porqué de estos versos
            en esta noche de madrugada
            si es mi historia o es tu historia
            o inconscientes remembranzas

            Miedo
                       crecí
                               con
            miedo

            Miedo te tengo miedo
            como un niño a sus fantasmas
            no obstante vivo viviendo
            conjurando tus acechanzas

            Miedo
                       crecí
                               con
            miedo

            No me doy por vencido
            mi esencia aún está intacta
            puedo cantar gozando
            si una mano me acompaña

            Miedo
                      te desafío
                                     miedo
            a otra batalla.


                                                   Miguel Angel de Boer                                                                    

            (·) Blues

            (·) Música: Pablo Kusselman

             Poema escrito en los 80´ y publicado en el "Poemas y Canciones" Ed. Último Reino. Buenos Aires- 2003 (agotado)

jueves, 4 de mayo de 2017

Cementerio de animales (*)


Tal es el título de la novela de Stephen King -también llevada al cine- en donde el autor plantea, magistralmente, el conflicto de un padre que, ante el insoportable dolor y los agobiantes sentimientos de culpa que siente por la muerte de su pequeño hijo, concibe una idea espeluznante: retornarlo a la vida.
El “cementerio” es un lugar antiquísimo y abandonado -oculto- que tiene el poder de “resucitar” a los que allí son enterrados. Enterado de esa posibilidad, el padre -ya desquiciado por la angustia- cumple el siniestro ritual y “recupera” así a su amado hijo. Pero la alegría es efímera cuando descubre, horrorizado, que el niño ya no es el de antes: se ha convertido en un “re-vivido”, en un “muerto-vivo”, en un “zombie”. Tiene vida, pero no existe. No tiene alma. No es una persona. Busca venganza por lo que “le” han hecho y que ansía retornar a su estado natural: ser un “muerto-muerto”, descansar en paz.

Duelo y Nostalgia
El duelo es la reacción que se produce frente a una pérdida real o imaginaria, consciente o inconsciente. Es una “lucha”, un combate que libra el psiquismo procurando restablecer su equilibrio, el cual será posible en tanto la pérdida pueda ser aceptada, asimilada. Si el proceso fracasa, se transforma en un duelo patológico -depresión- donde lo perdido cobra una presencia “viviente” que, como un agujero negro, “devora” al sujeto y lo atrapa en un callejón sin salida, condenándolo a un luto eterno. Nostalgia significa: deseo doloroso de regresar. Expresa la aflicción de sentir que algo o alguien ha quedado atrás, y el profundo anhelo del reencuentro.

Esperanza
El tiempo que dura un duelo (luto) depende de varios factores: intensidad de la pérdida, su significación, etc. La resolución del mismo deviene en un alivio paulatino, la reorientación hacia la realidad, la vivencia de una alegría auténtica y el resurgimiento de la esperanza. Esta es la confianza en que se podrá lograr lo deseado, la fe en que el intento es válido, la convicción de que la “espera” no será vana.

Duelo criollo
Es el que nos toca vivir hoy.
En un mundo que se halla inmerso en un vertiginoso período de cambios, la vida es una lucha implacable ante las demandas que la realidad le impone. Lejos han quedado las reglas de juego estables y conocidas: en lo político, en lo económico, en lo social.
Vivimos en una transición que no nos da respiro sin que podamos atisbar cuáles serán los resultados, sintiendo el peso de la amenaza que esto implica para nuestra identidad.
Queda una única salida: restituir la conciencia de la historicidad de nuestra existencia. De modo que podamos ir convirtiendo la nostalgia en memoria, la pena en fortaleza. En síntesis: admitir las pérdidas para no morir en vida, desechando las paralizantes soluciones mágicas que desvitalizan nuestra potencialidad creadora. De modo que logremos aprovechar lo aprendido y dominemos el temor a seguir aprendiendo.

Miguel Angel de Boer

Julio/Agosto 1989


(*) Publicado en  "Desarraigo y Depresión en Comodoro Rivadavia (y otros textos). 1a, 2a y 3a Edición.