Recuerdo
que, hace exactamente 25 años (en la ciudad de Córdoba, la noche del 23 de
Marzo de 1976), viviendo en la semiclandestinidad - dado que luego de haber
estado en prisión habían intentado secuestrarme tras la muerte de la que era mi
querida esposa y compañera - en una pequeña habitación que compartía con uno de
los tantos compañeros que exponían su vida cobijándome, llegó éste con la
noticia que todos esperábamos: esa noche se iba a producir el golpe.
Luego sacó,
temblando, unas pequeña hojas (facilitadas por un abogado que defendía en aquel
entonces a los prisioneros políticos) donde figuraba una larga lista, en letras
muy pequeñas, con los nombres de quienes – eso creímos en ese momento - iban a
encarcelar.
Aún tengo
presente la angustia con que la recorríamos con el temor de encontrar nuestros
nombres y la desesperación de ir reconociendo a muchos de ellos.
Salimos,
alrededor de las 22 horas, a avisar a todos los que pudimos para que tomaran
recaudos, retornando aproximadamente a las 2 horas del día 24.
Estábamos
lejos de imaginar lo que iba a acontecer. No pensábamos, pese a nuestro miedo,
que iba a comenzar la etapa donde la crueldad, en su máxima expresión, caería
sobre nuestro pueblo para herirlo despiadadamente.
Con el
correr de los días, los meses, los años muchos de los que figuraban en esa
lista fueron secuestrados, torturados, muertos o desaparecidos. Otros siguen
aún vivos.
Fueron
muchos los motivos por los cuales a 25 años, hoy puedo trasmitir lo que aquí
relato. No sin numerosos sinsabores, dolor, y circunstancias por demás penosas,
que ahora no vienen al caso mencionar.
Pero sé
también que sigo viviendo debido al valor y heroísmo de quienes guardaron
silencio ante las peores ferocidades.
No solo a
ellos (a título personal) sino a todos aquellos que hoy no están y que se
llevaron un pedazo de lo más bello del alma de nuestra historia:
a esos
rebeldes, utópicos, idealistas, que creían que la Revolución era posible y que
permanecerán siempre jóvenes en mi recuerdo;
a esos
compañeros que en las fábricas, empresas y lugares de trabajo se sentían dignos
y orgullosos de ser proletarios;
a esos
vecinos que estaba convencidos que el barrio era de todos;
a esos
religiosos que tenían la convicción de que Dios es amor y misericordia con los
más débiles;
a esos
maestros, docentes, intelectuales, profesionales, que consideraban que sus
conocimientos pertenecían a todos,
en fin, a
esos seres bondadosos que no se sentían del todo felices, aunque amaban la
vida, en tanto hubiera injusticia, explotación, miseria, enfermedad, que
soñaban con un mundo nuevo, con un Hombre Nuevo, con una sociedad donde todos
tuvieran oportunidades para desarrollar sus capacidades, a ellos (a las
victimas todas), a quienes nunca voy a dejar de extrañar, les brindo, ya
entrado el 24, mi más cálido, profundo y emocionado homenaje.
Y lo hago
extensivo, con todo mi afecto, a los que siguen estando.
Dr. Miguel
Angel de Boer
Comodoro
Rivadavia, Chubut
Argentina
(·) El título original de este relato
es “A 25 años”, escrito el 24 – 03 –2001
Heridas sin cerrar que aun pesan en la sociedad argentina.
ResponderEliminarlas vamos restañando pero aún queda mucho Nando. Abrzo
EliminarCuantos relatos sentidos se definen en este tan bien escrito en primera persona Miguel! Gracias por sostener viva la llama sagrada del sueño de una Argentina librejusta y soberana! El odio y el poder se llevaron a much@s...pero no podrán con tod@s! El amor es la fuerza y el poder para nosotros y así debemos continuar ....Dios quiera este domingo que su voluntad renazca en cada uno de nosotros! Abrabeso y felices pascuas!
ResponderEliminarGracias por tus palabras!
EliminarGracias por tus palabras!
EliminarCuantos relatos sentidos se definen en este tan bien escrito en primera persona Miguel! Gracias por sostener viva la llama sagrada del sueño de una Argentina librejusta y soberana! El odio y el poder se llevaron a much@s...pero no podrán con tod@s! El amor es la fuerza y el poder para nosotros y así debemos continuar ....Dios quiera este domingo que su voluntad renazca en cada uno de nosotros! Abrabeso y felices pascuas!
ResponderEliminarCon mucha demora por cierto respondo a tus conmovedoras palabras con mi agrademiento más sincero. Abrazo
Eliminar