Fui a conquistarte
siendo un niño asustado
y me recibiste
sin tenerme en
cuenta
Me hiciste crecer
a los golpes
y porque no
a las caricias
Te conocí de a poco
y me conociste
a los saltos
Conocerte fue
conocerme
y me dejaste
abandonado
Te amé con toda mi
vida
Te odié con toda mi alma
Me diste tanto
y me quitaste
todo
Yo fui vos
y vos fuiste
yo
Y aún recuerdo tu
luna
tus fríos
tu regazo
Me alentaste
y perseguiste
Te canté
y me cantaste
Me hiciste hombre
me
empequeñeciste
Supe del horror
y la esperanza
Y quise olvidarme de
vos
olvidándome
de mi
sin poder
Y en mis noches de
duelo
que son también de regocijo
porque aún no muero
(y he muerto
tantas veces que ni yo lo creo)
mi corazón me dice que
Córdoba amiga
todavía
te quiero.
Miguel Angel de Boer
(*) Poema que escribí hace ya varias décadas.