Cuando te vi
como un gigante solitario
herido
no pude contener mis lágrimas
Y me remonté
como en un sueño
a tantas historias
de muertes tristes
y amores bellos
A una infancia de "restinga" en el verano
A la "zorrita" que nos llevaba a la escuela
Al tren gritón incansable con su carga
y al "autovía" en el que viajaba feliz pero...
(aún rememoro la tragedia de aquel día)
A la aventura de ir en barco en la lanchita
trepando por la "escala de gato"
o bajando en el "cajón" hasta la "chata"
El sol parecía deshilvanarse mas tranquilo en aquellos tiempos
acariciando a los lobos somnolientos
jugando con gaviotas y toninas
saludando alos cardúmenes de peces
(inundando mis ojos de hermosura)
En tanto...
¡ Cuántos hombres!
¡ Cuántos!
La piel engrosada de salitre
Los rostros golpeados por el frio
Las manos gastadas de viento y de tormentas
Dejaban todo
para ir a atracar un petrolero
(no había navidades ni años nuevos)
¡La vida dejaban!
¡Sus almas y sus cuerpos!
Envejeciendo de apuro
a fuerza de sacrificio
de alcohol
de esmero
Rudos
Nobles
Ingenuos
Amaban el mar y su trabajo
nutriéndose de océano
(mi padre estuvo entre ellos)
Ya antes de había ido el barrio
de cuajo quedó deshecho
(y una flor que yo amaba se llevó el fuego)
Viejo muelle...querido!
Sé que estás lastimado
Pero si sabes lo que está pasando
no mires
deja tu cabeza hundida
(total, siguen usando tu esqueleto)
Todo ha cambiado
tanto!
A tu gente la están yendo
con un sabor amargo
y el corazón lleno de pena
(sobremuriendo)
Para ellos
Para vos
son estos versos
Y aunque en este cruel naufragio
haya que seguir con los remos
ni el tiempo ni las cenizas
podrán
tapar
mis recuerdos.
Miguel Angel de Boer
Comodoro Rivadavia. Chubut
Junio 2002
(*) Poema que escribí cuando, luego de la privatización de YPF y fruto del abandono y el vaciamiento que sufrió la empreza, cayó hundido por el viento el viejo muelle de General Moscono (Km3) en Comodoro Rivadavia.
Está dedicado a mi viejo ya todos los que como él, dieron la vida por su trabajo, convencidos de que la honradez, la responsabilidad y el compromiso, eran inherentes a la dignidad humana.
Estos versos permanecerán siempre vivos en el alma de Comodoro Rivadavia. Sólo un verdadero artista lo podría haber expresado de esta manera.
ResponderEliminarQue bueno, Miguel....que lindo recuedo para tu padre, trabajador como también lo fue el Gringo Walter, mi padre...
ResponderEliminarUn abrazo
PD. He vuelto a mi blog con un cuento corto...
Hermosa evocación y justo homenaje.
ResponderEliminarSaludos,
Gracias!!
ResponderEliminarDe todo corazón, mi emocionado agradecimiento por sus palabras!
Hermoso poético lleno de luz tu texto
ResponderEliminarMuchas gracias! Abrazo
ResponderEliminarLa idea es ecribirnos y comentar
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