martes, 9 de agosto de 2011

A mi mamá: Doña Anna Jacoba Venter


Y te fuiste , vieja, de a poco….para darnos tiempo.

¡Artista de la vida!

Cómo no decirte que te quiero si me diste a luz sin parirme con ese amor que no sabe de biología ni sangre.

Cómo no querer tanta ternura silenciosa.

Si hasta pude pelearte por saberte fuerte.

Como fue dura tu vida en esa Pampa Pelada que te vio nacer, en este Patagonia que no cede, allá por 1907.

“Gaucha gringa” fuiste.

Con tu “afrikaans” argentino sembrando verde.

Imposible que pudiera la sequía contra tanto empuje.

Vieja querida, “Ouma”, doña Anna, la tía, “tanta”, la abuela, vecina, amiga, hermana: tantos nombres que acariciaron almas.

Con tu silencio noble y respetuoso. Haciendo tu vida.

Siempre lo supiste: en lo simple está el secreto, es la esencia. Y lo lograste.

Te hiciste querer por lo que eras, por tus actos.

Jamás cerraste las puertas de tu corazón, de tu hogar, de tu casa. Siempre intentando aprender. Aceptando que las cosas son como son pero existe la esperanza.

Generosa fue tu existencia. Y una bendición, una suerte, un milagro, haberte conocido, haberte tenido.

Aunque te vayas, vieja, aunque te vayas, te quedás con nosotros para siempre.

Porque a la belleza de una mirada auténtica no la borra la muerte.

Te aseguro, eso sí, va a ser difícil no extrañarte.



Miguel Angel de Boer

Marzo 22, 1991
(fecha de su fallecimiento)