domingo, 17 de octubre de 2010

Madres

Domingo de fiesta que no puede ser
otra vez
(¿cuántas veces más ?)
Arruinado el Día para siempre
(por más que el sol se empeñe en fundir el mar de oro)
Arruinada la vida para siempre
(aunque la esperanza malherida siga renaciendo)
Arruinada la muerte para siempre
(pese a que la memoria no le dé tregua)
¡Ay! ¡Ayes!
De tantas Madres arrasadas
por la desdicha del crimen incomprensible
de ese ser amado
hasta el martirio
De tantas Madres que saben que no pueden no poder
porque entonces las estrellas quedarían desamparadas
las lágrimas no sabrían adonde ir
el pan se pondría de luto
De tantas Madres que quedaron huérfanas
de hijos
y de justicia.


Miguel Angel de Boer
Octubre, 1998

4 comentarios: